His Glassy Essence: An Autobiography of Charles Sanders Peirce, Kenneth Laine Ketner, Vanderbilt University Press, Nashville, 1998, pp. 279-292

Traducción castellana de Sara Barrena, febrero 1999

 

Acaba de ver la luz esta "autobiografía novelada" de Peirce, escrita por un conocido scholar, Ken Ketner, en la que utiliza numerosos textos del propio Peirce de carácter biográfico y hace gala de una formidable erudición. En particular, resulta relevante para los lectores del mundo hispánico la hipótesis que Ketner sugiere acerca de la condición española y gitana de Juliette, segunda esposa de Peirce.

Teniendo en cuenta el notable interés de estudiar esta hipótesis más a fondo, Sara F. Barrena ha traducido las páginas 279-292 de ese libro, junto con su abundante aparato crítico, que se reproducen a continuación, seguidas de un extracto de la recensión de Joseph Brent, publicada en Transactions of Charles S. Peirce Society.

La instalación de esta traducción en el web del Grupo de Estudios Peirceanos se hace con la autorización expresa de Vanderbilt University Press, condicionada a la inclusión de la cláusula siguiente:

Translated from pages 279-292 of His Glassy Essence: An Autobiography of Charles Sanders Peirce, by Kenneth Laine Ketner, published by Vanderbilt University Press, copyright 1998 Kenneth Laine Ketner, all rights reserved. Downloading or reproduction of this work in any form is not authorized without further permission from the author and publisher. To order the book, call or fax Vanderbilt University Press (615/322-3585, fax 615/343-8823) or visit the Press's web site at www.vanderbilt.edu/vupress.The book is also available through amazon.com.

Agradeceremos recibir las sugerencias y comentarios que suscite esta hipótesis en las direcciones de:

Sara Barrena (sbarrena@unav.es)
Jaime Nubiola (jnubiola@unav.es)
Pamplona, 21 de abril de 1999

Santiago

Había sido maravillosamente paciente. Estaba orgulloso de haber recuperado mi habitual control estoico. Así que después de que hubimos comido y descansado, decidí hacer gala de mi restaurado autocontrol. Con una suavidad increíble que incluso el legendario Nattily Attired** hubiera envidiado, le pregunté a Roy si conocía el origen o el pasado de Juliette Peirce. Se rascó la barbilla mientas arrugaba las cejas y soplaba con su labio inferior. Todo un ejercicio de gimnasia facial. Adiviné que estaba decidiendo si confiar en mí. O puede ser que fuera un pequeño castigo por mi explosión anterior. Después de esa microexpresión de duda, comenzó a hablar con tono de profesor.

"Hablar de conocer quizás es demasiado fuerte. Tengo un conjunto de pensamientos bastante extenso basado en una razonable cantidad de información que obtuve de Peirce o de Mrs. Peirce –a quien tú llamas Juliette– o de otras personas aquí y en Europa. Puede decirse que este problema ha sido una modesta afición mía durante muchas décadas, desde que me la encontré por primera vez en Cambridge cuando acompañaba a Peirce en uno de sus viajes para dar conferencias alrededor del cambio de siglo. Tenía un aspecto carismático y resultaba claro hasta para el crítico más cruel que Peirce la amaba de verdad. Yo sólo puedo daros mi suposición. Quizás en el futuro podáis confirmar o rechazar la hipótesis."

Betsey y yo cruzamos miradas no demasiado secretas entre nosotros, ya que, a pesar de los repetidos intentos, sólo habíamos logrado chocarnos contra paredes de ladrillo en este asunto. Aparentemente no había datos sobre ella en Francia y bien pocos en los Estados Unidos. Juliette entró en la vida de Charley alrededor de 1876, como si acabara de caer del cielo, sin pasaporte, sin certificado de nacimiento, sin documentación de ninguna clase –sin pasado, con la única posesión de un presente y de un futuro; parecía ser una mujer sin ninguna patria. Roy notó nuestro intercambio silencioso, le dio un mordisco al bollo, y mientras masticaba empezó a desplegar su propuesta.

"Dejo a un lado el orden cronológico y empiezo en cambio con lo que es para mí el comienzo lógico de la cuestión. Después de encontrar a Peirce en casa de la señorita Bull1 durante su serie de conferencias en 1898, comencé a leer, siguiendo su sugerencia, el Vorlesungen über die Algebra der Logik de Schröder2, una obra en tres volúmenes que fue publicada en Leipzig. Estaba consultando de forma rutinaria una referencia a una de las conferencias de Peirce en la bibliografía del primer volumen, que apareció en 1890, cuando me di cuenta de una cosa sumamente curiosa. El encabezamiento para las once conferencias publicadas que se citaban era Peirce, Charles S(antiago)3".

Con un sentimiento de decepción de que la gran hipótesis de Roy fuera un fracaso, señalé en un tono rutinario que era bien conocido que Peirce había tomado un nombre informal adicional –Santiago, San Jaime– como un tributo a William James, que había conseguido una pensión para él. Roy respondió bruscamente, con la fuerza y precisión de un capitán de marina que maniobrara un gran buque dentro de un muelle conocido tras un largo y complicado viaje.

"Sí, eso es lo que todo el mundo cree, gracias a las tempranas especulaciones no comprobadas de discípulos de James como Burt Perry, formuladas sólo después de que tanto James como Peirce hubieran muerto. Pero seguramente no es verdad. Por un lado, Peirce y James fueron por caminos separados durante la mayor parte de 1890, y James no consiguió ninguna pensión para Peirce en ese tiempo porque no la necesitaba, ya que tenía todavía el empleo de la Coast Survey. De todas maneras, la cuestión de la pensión vino mucho más tarde, después de 1898. De modo que no había razón para que Peirce rindiera tributo a San Bill James de esa manera en 1890. No, era claramente por otra razón.

"No se me ocurrió cuál podría ser esa otra razón hasta principios de los años veinte mientras visitaba a la señora Peirce en Milford durante los años en los que yo vivía en Bryn Mawr. Una agradable tarde de primavera estábamos charlando en francés en la veranda sur de Arisbe cuando apareció una caravana de gitanos tirada por caballos por el camino que va de Port Jervis a Milford justo enfrente de la casa, no más de veinte metros más allá de donde estábamos sentados. A lo largo de los años he aprendido en mis viajes un poco sobre los gitanos. Además, fue el mismo Peirce quien me llevó a la fascinación por las palabras gitanas; se llaman a sí mismos Rom, de aquí que el nombre que dan a su lengua sea Romanó. Yo me pregunté entonces por qué había llegado a ser un estudioso de esta materia4, habiéndose desviado aparentemente de su camino para leer algunos libros del siglo XIX bastante esotéricos sobre el tema5. Además, tuve la buena fortuna en Inglaterra, durante la segunda guerra mundial, de conocer y trabajar con el profesor Walter Starkie6, que en ese momento era quizás el mayor experto en el tema, especialmente en gitanos españoles. Walter era aparentemente un funcionario agregado cultural en la embajada británica en España, pero él y sus amigos gitanos españoles colaboraron en algunas operaciones secretas en las que yo había estado implicado como coordinador que supervisaba por radio. Llegamos a ser buenos amigos y continuamos nuestras discusiones a lo largo de los años.

"Walter me contó que había habido grupos de gitanos en América desde principios del siglo XIX, pero yo no había encontrado ninguno antes de ese día. El jefe de esa banda era el único que montaba –el resto caminaba o viajaba en uno de los carros alegremente decorados. La hermosa montura adornada con preciosas tachuelas se dirigió directamente hacia Mrs. Peirce y, ante mi asombro, intercambiaron saludos familiares y entusiastas en el dialecto español del Romanó, que entendí perfectamente. A lo largo de la conversación se dirigió a ella como Fabiola de López. Los gitanos tienen distintos nombres, pero entre ellos usan un nombre "real" especial conocido solo por otros versados en "los asuntos de Egipto"7, otra autorreferencia en argot a las cuestiones internas de los gitanos. Su lengua especial es el medio principal que usan para reforzar su fuerte sentido de grupo. Una persona no gitana que conozca su lengua gana inmediatamente su respeto, y después de un rato, si el extraño o la extraña se muestra digno de confianza, pronto será tratado como un Rom, como uno de ellos. La palabra para tal Romano-parlante digno de confianza es Rai, que debería pronunciarse como en rye whiskey**

"De modo que ya veis que el Romanó funciona como una lengua común internacional entre los gitanos. Cada país tiene un dialecto reconocible que está vinculado a la antigua lengua que, según los lingüistas historiadores, se remonta a la fuente de una lengua Hindi en el noroeste de la India, de donde suponen los estudiosos que la raza gitana comenzó su migración hacia Europa alrededor del año 1000 D. C.8 En cualquier lugar los gitanos normalmente pueden comprenderse entre sí a través del Romanó internacional básico común. Sin embargo, ellos dos estaban conversando fluidamente en caló9, es decir, en el dialecto español del Romanó.

"Sin darse cuenta de que yo entendía los modos gitanos (lo que decidí reservarme por el momento), Mrs. Peirce me explicó en francés que esa gente solía acampar en su granja durante sus frecuentes viajes. Después me invitó a acompañarla mientras conducía el grupo a uno de sus prados, donde levantaron el campamento. Les sorprendí cuando, al darme cuenta de que sus tiendas no estaban todavía dispuestas, me volví hacia el duque hablando despacio y claro en Caló, Laches chibeses plaloros?10: ¿Dónde están las tiendas? Ambos se sorprendieron mucho. Finalmente disfrutamos de una agradable velada alrededor de la hoguera del campamento.

"Mientras participaba de su conversación y buena compañía, me encontré reflexionando acerca de mi anterior perplejidad sobre el nombre que se añadió Peirce en 1890.

"Veo que estáis perplejos. Quizás no sepáis que Saint James es el santo patrón de España, que en español denominan Santiago. Podéis recordar que esta palabra era el grito de guerra de los españoles que conquistaron grandes extensiones en el nuevo mundo. Se dice que los restos de Saint James yacen en Santiago de Compostela en España, que era uno de los tres grandes centros de peregrinaje a finales de la época medieval. Los otros, como sabéis, eran Roma y Canterbury de fama chauceriana. En aquellos días todo creyente fiel tenía la obligación de viajar a uno de esos centros de peregrinaje en tanto le fuera posible, y cada creyente que no viajara estaba obligado a socorrer a los peregrinos en su camino. Fue esta última obligación la que permitió al primer grupo de gitanos encontrar ayuda de las casas nobles mientras supuestamente recorrían el camino hasta Santiago de Compostela para hacer una penitencia que, según afirmaban, les había impuesto11 el Papa. Algunas autoridades piensan que esos falsos salvoconductos gitanos fueron los prototipos de nuestro moderno sistema de pasaportes12. Concretamente puede seguirse el avance de los grupos bajo el Duque Andrés y el Duque Tomás cuando entraron en Europa alrededor del 140013. Entre los Rom de hoy ese episodio de su legendaria historia se conoce como Jonjano Baro, el gran engaño14.

Mi pensamiento entonces, y ahora, es que cuando Peirce se añadió este nombre en 1890 estaba rindiendo informalmente un tributo a su esposa, a quien amó tiernamente, y a su origen cultural como mujer española gitana que era, o gitana española de Andalucía. Otro punto añadido que es importante aquí es el hecho de que en 1890 Mrs. Peirce estaba viajando por barco a Gibraltar15. El añadido de Santiago entonces era un tributo de Peirce a su querida esposa gitana, que estaría en España cuando el libro de Schröder apareciera. Podría también haber estado diciendo desde la perspectiva del nuevo mundo que "ella me conquistó", igual que los conquistadores consiguieron el dominio de las nuevas tierras en las Américas."

Yo estaba perplejo. Finalmente tartamudeé que todos con los que yo había hablado en Harvard y Milford y en cualquier parte me habían dicho que Juliette fue criada en Francia y era francesa.

"Pasó tiempo en Francia cuando era una niña, y de niña aprendió a hablar el francés corriente con fluidez, y también otras lenguas, pero eso no significa que fuera una francesa en el sentido usual, o que su familia fuera francesa. Por supuesto ella tenía fuertes lazos con Francia. Sin embargo, considerad que el mismo Peirce me confió diversas cosas acerca del pasado de ella durante los días en los que estudié con él en Cambridge, después de que yo llegara a estar muy próximo a él como estudiante de lógica en el especial sentido particular que él cultivaba. A decir verdad, yo fui probablemente el único estudiante en cualquier parte que durante ese tiempo disfrutó tanto de una cercanía filosófica como de una relación personal con él. Uno nunca sentía, por cierto, que él estuviera enseñando algo; era simplemente un compañero científico ágil y dedicado. Trabajábamos juntos para solucionar problemas, en otras palabras. En cualquier caso me dijo16 que su esposa llegó a los Estados Unidos sin nombre y que todos sus nombres después de ese tiempo fueron supuestos. Los nombres que sin duda habréis encontrado –presuntos nombres de un supuesto matrimonio previo, tales como Madame de Pourtales o Pourtalais o Pourtalai, o su supuesto nombre de soltera Juliette Annette Froissy17– eran con toda probabilidad inventados18. Quizá sabes que Peirce era un francófilo. Por eso, a través de su formación personal había desarrollado el dominio de su esposa del francés literario19. De modo que pienso que es muy probable que después de encontrarla, Peirce y otros le ayudaran a construir una nueva identidad francesa completa para ocultar su verdadera procedencia. Sospecho que podríais estaros preguntando, ‘¿por qué querrían ocultar su procedencia?’

"Probablemente había llegado a los Estados Unidos sin beneficio ni pasaporte. Además, si su condición de hija ilegítima o sus orígenes en una conocida familia gitana fueran conocidos, hubiera estado sujeta a algunos prejuicios comunes y a los odios irracionales del momento. Pero existe una posibilidad más. Los gitanos no aceptan fácilmente que las mujeres de sus grupos se casen con un busno20, un no-gitano –un gentil, en otras palabras. En primer lugar, ella era la hija de una unión gitana/busno. Entonces ella arregló eso uniéndose con Peirce. De aquí que una vez que Peirce y ella llegaron a estar emocionalmente ligados de manera irrevocable, y hasta que su familia y su grupo en Europa pudieran ser aplacados, sería mejor si ella pudiera tener otra identidad que la mantuviera en paradero desconocido. Y para 1883, cuando ya había llegado a ser Mrs. Juliette Peirce, no había razón para deshacer y explicar todo. Unos pocos miembros de la familia conocían los detalles. En particular Herbert, el hermano de Peirce, estaba al tanto del asunto, principalmente a través de sus contactos como diplomático de alto nivel de los Estados Unidos."

Betsey interrumpió con una observación importante: "Eso podría explicar la extraña carta que Herbert escribió a su hermana Helen poco después de la muerte de Charley. Se refería a Juliette como una criatura infame. También decía que la gran capacidad de Charley había sido malgastada...déjame buscarlo en tu borrador, Ike. Aquí está... 'la amabilidad y gran capacidad natural de Charley que habían sido malgastadas por la alianza que llevó a cabo con esa vampiresa21 que finalmente ha chupado hasta la última gota de sangre de su vida'. ¿Cómo habría sabido Bert más acerca de ella? Digamos que por su servicio diplomático. ¿Significa esto que Juliette tenía alguna conexión especial con la comunidad diplomática?"

"En realidad fue así. Y Herbert estaba bien informado sobre su origen, estoy seguro."

Roy quería hacer como que estaba ocupado en sorber de su Steam. Pero me di cuenta de que todavía estaba preocupado por nuestras impacientes preguntas y por nuestra excitación general. Las únicas excusas que teníamos eran todos esos esfuerzos vanos e improductivos para descubrir algo acerca de Juliette Peirce. Ahora que parecíamos estar llegando a algún sitio con el problema, no debería culpársenos por la emoción de la caza.

"Deseo regresar a mi hilo de pensamiento. Recuerdo muy claramente la última vez que vi a Peirce. Era el martes 6 de enero de 1914, no mucho antes de que muriera. Yo me iba a la guerra y no sabía si sobreviviría. Podía ver por su aspecto demacrado que probablemente él no esperaba vivir mucho más tiempo. Creo que me habías dicho que tenía cáncer. Me fijé en que comía razonablemente bien, pero a pesar de eso parecía bastante delgado y frágil. Estaba sumamente contento de que hubiera ido a visitarle, pero se mostró inquieto respecto a mi ingreso en la Marina. Peirce dijo con una sonrisa que si yo llegaba a ser marinero, sería sólo el segundo hombre de la marina que hubiese encontrado alguna vez en el que tuviera completa confianza, el primero había sido su último tío, el almirante Charles Henry Davis22, que fue un héroe de la guerra civil y un gran científico. Me instó a que cuidara mi seguridad personal con una frase que siempre apreciaré: ‘Cuídate mucho Wyttynys porque la lógica de relativos debe sobrevivir a través tuyo y de otros pocos’. Tuvimos una larga y maravillosa conversación. En un momento, cuando Mrs. Peirce salió para rellenar la tetera, Peirce dijo súbitamente en latín distraído, sabiendo que yo comprendía esa lengua, pero que su mujer no lo hacía en absoluto, como si informalmente me estuviera transmitiendo un gran secreto quizás en contra del deseo de su esposa: ‘Hodie Uxor L annos nata est’23: Hoy es el cincuenta cumpleaños de mi esposa. A menudo en la guerra, cuando uno asume que la muerte está cerca, se crea una extraña intimidad entre los hombres. Peirce y yo sabíamos que estábamos cercanos a la muerte, aunque nuestras muertes en perspectiva tuvieran diferentes marcos."

Hice alguna aritmética rápida. Podía ver que el ábaco dentro de la cabeza de Betsey estaba trabajando también. Ella dijo: "entonces, si como dijiste Peirce la conoció en 1876, ¿ella hubiese tenido doce años?"

"Sí, correcto. Déjame contarte la historia completa de su viaje a los Estados Unidos y de su encuentro con Peirce. Esta será la mejor manera de calmar todas tus preguntas.

 

"Ella viajó con una doncella, una dama de compañía o gobernanta, la marquesa de Chambrun; llegaron a Nueva York desde el Havre el 23 de noviembre de 1876, el marqués les había precedido el anterior mes de julio24. Establecieron su residencia en algún sitio cercano a Washington Square y su sede social era Brevoort House –Quinta Avenida con Washington Square. Peirce acababa de regresar de un largo viaje por Europa para familiarizarse con el trabajo sobre el péndulo allí y para organizar la conexión de las estaciones de gravedad americanas con la red internacional. Estuvo durante un tiempo en la Brevoort House mientras localizaba una sede más cercana a su estación del péndulo25; Peirce había estado yendo a ese hotel durante años. Me dijo que le conocían todos los miembros de la plantilla y que allí se encontraba en casa26. Zina le había dejado, a pesar de que él había intentado una vez más que le acompañara a Nueva York donde la Survey le había encargado que estableciese una estación de gravedad en el Instituto Stevens de Hoboken27."

Señalé que yo había encontrado una carta de enero de 1878 de Peirce al rector Gilman de la Johns Hopkins University contándole el final de su matrimonio con Zina. Roy quiso verla28.

He estado durante unos cuantos años en desacuerdo con mi esposa. Durante un largo tiempo no he vivido con ella, y ni siquiera la he visto durante un año; y las razones de esto de un lado y de otro no serán, espero, conocidas nunca. Sin embargo es cierto que nunca viviremos juntos otra vez.

¿Por qué se habían separado Charley y Zina? Yo sabía que era mejor no sobrecargar el canal de comunicación, así que permanecí callado sobre este asunto. Pero quería saber por qué Juliette, o debería decir Fabiola de López, había venido a Nueva York.

"Su padre era Adolphe Fourier de Bacourt29, un distinguido diplomático francés monárquico30, y...¿cómo podría decirlo de una forma educada?...Bacourt y sus compañeros veneraban la idea de que deberían gobernar los aristócratas. La democracia les repugnaba. Esta actitud, diremos, se parecía a la de la familia de Peirce. George Bancroft, el antiguo maestro de la Round Hill School se lo encontró cuando Bacourt era el embajador francés en Washington entre 1840-42. Llegaron a ser íntimos amigos en Londres después de que el presidente Polk nombrara a Bancroft como nuestro embajador31 –o ministro como se llamaba el cargo en aquellos días– en la Corte de San Jaime en Inglaterra. Bacourt nació en Nancy en 1801 y murió allí en 1865. Era un diplomático de mucha experiencia, especialmente en los círculos franceses y alemanes. Otro de sus cargos había sido el de ministro en la corte del Duque de Parma en 1847, aliada entonces con la corona francesa. Era un gran favorito en la corte francesa y había sido prácticamente adoptado por el Kaiser alemán y su entorno.

"La madre de Mrs. Peirce era una acomodada bailarina y artista gitana muy conocida que era especialista en el baile flamenco y el cante jondo, o música profunda, que es una manera de cantar excepcionalmente emotiva y espontánea única de los gitanos de Andalucía. Ella se acompañaba con una pequeña arpa. En efecto, dentro de España este tipo de música es también conocido como cante gitano32. Una vez que se ha escuchado a un verdadero maestro o maestra del cante jondo, uno se convierte en un devoto aficionado de por vida33."

Una pausa.

¿Por qué?

"¿Queréis ver su fotografía?"


18. Madame de López
Victor Lenzen Papers, Bancroft Library, University of California

"¡Por la ropa interior de Agatha Christie!, !que si queremos!" Excusad mi lenguaje, pero no pude evitarlo. Fui criado por un puñado de vaqueros. Empiezo a jurar de forma instintiva cuando me excito. Realmente tengo que vigilarme.

Al decir esto, Roy buscó dentro del bolsillo de su abrigo hasta sacar una pequeña carpeta protectora de cartón de la que sacó con cuidado una pequeña fotografía. Se la tendió primero a Betsey. Ella miró, luego se dio una palmada en la frente con la mano libre. Roy no movió un solo músculo. El viejo vanidoso nos había alterado y seguramente estaba disfrutando del espectáculo en lo profundo de su alma.

"¡Caramba! Mirad, ¡es la pequeña caja del abuelo de Darbey!" Betsey se inclinó de modo que yo podía ver la foto pero con su dedo indicaba la parte izquierda de la escena donde en una mesa muy vistosa estaba situado un recargado recipiente. La mano derecha de la mujer lo tocaba como acariciándolo. Era la misma cajita que habíamos sacado del compartimento secreto de la caja de Charley, que mi experto dijo que estaba hecha en Córdoba. Cuando la encontramos no contenía joyería pero sí una baraja especial de cartas y un blasón con el nombre Bacourt. De algún modo ninguno de nosotros había recordado esta pequeña caja cuando Roy había mencionado antes a Bacourt en su informe. Pero ahora el significado de todo ello se ajustaba en nosotros como una pesada colcha de plumón de Granny Hannah en una fría noche de invierno en Love County. El blasón en la pequeña cajita tenía que ser el escudo de armas de Bacourt, el blasón del padre de Juliette. Y este era el joyero de la madre de Juliette, que probablemente fuera un regalo especial de Bacourt.

Devolvimos la foto a Roy, que la guardó cuidadosamente. Una vez que se hubo divertido continuó, sabiendo muy bien lo que estaba en nuestras mentes.

"Mrs. Peirce me dio la fotografía la última vez que la visité, a finales de 1933. Me pidió que la guardara según mi mejor criterio. Me contó otras cuantas cosas sobre su historia que estoy tratando de transmitiros. Nunca olvidaré la conversación, ya que hablábamos en francés, fuertemente salpicado de caló, o Romanó español, que ella estaba encantada de usar conmigo, ya que le recordaba a los días de su infancia y a su madre, que había muerto cuando ella tenía seis años."

El hecho de que Roy nos hubiera dejado ver el retrato significaba, por lo tanto, que nos consideraba respetables y competentes.

Roy se giró para ponerse cara a Betsey. Ahora se estaba dirigiendo a una hija en lugar de dar un discurso de profesor. El cambio en su actitud fue como un encantamiento.

"La pequeña cajita que te dio tu abuelo, que Mrs. Peirce le había dado a él, que su madre le había dado a ella, contenía originalmente la joyería de Madame López. Mrs. Peirce vendió esa joyería con el tiempo para sostener el proyecto del libro de lógica de Peirce. Pero también contenía una baraja especial de cartas. Era una tradición que provenía de la familia de Madame López que esas cartas habían sido usadas para predecir la caída de Napoleón. Su madre las usaba para decir la buenaventura. Mrs. Peirce también las usó para eso. Todas las mujeres gitanas están preparadas para penar bahi: decir la buenaventura34. Mrs. Peirce era bien conocida en los alrededores de Milford por decir la buenaventura de una manera un poco frívola en las ferias para colaborar con la Cruz Roja y otras instituciones de caridad35, pero tenía también un grupo privado de seguidores a los que se la decía que le tomaban seriamente36. Deberías entender, Darbey, que esta caja y sus contenidos tengan un gran significado para las descendientes de Madame de López. Por una extraña buena suerte, tú tienes el honor de ser la legítima propietaria actual."

Betsey guardaba silencio, como si hubiera recibido una bendición. Roy se echó para atrás, luego se volvió hacia mí. Su mirada se endureció. El profesor había vuelto.

"La madre de Mrs. Peirce estaba unida a la familia del Duque de Parma. Su nombre era Agustina de López, una gitana que era la viuda de un duque gitano de Andalucía. El jefe de un grupo era conocido tanto dentro como fuera como duque37 o conde. A menudo la imagen pública de los gitanos es de pobreza y miseria, pero en aquellos días había y todavía hoy hay muchos gitanos ricos, con talento y muy bien situados. En el siglo diecinueve los gitanos eran especialmente estimados entre la nobleza y la alta burguesía como artistas, confidentes y adivinos, especialmente en las cortes de Francia, Alemania, el imperio austro-húngaro y Rusia. El caso de Rusia es digno de mención, porque allí los grandes grupos corales gitanos vivían casi como la realeza38. Y debido a que los Rom estaban muy dispersados por Europa y poseían su lenguaje Romanó privado y secreto, eran valorados en el servicio diplomático como conductos de información dentro de las diversas cortes europeas en las que trabajaban.

"Mrs. Peirce, o Fabiola, era la hija ilegítima de Agustina de López y Adolphe de Bacourt. Habían estado en contacto durante algún tiempo. No puedo estar seguro de ello, pero parece bastante probable que Bacourt llegara a intimar inicialmente con la señora de López a través de asuntos que implicaban a la inteligencia diplomática. Esto podría además explicar la devoción de los amigos de Bacourt hacia la joven Fabiola. Bacourt murió un año después de que Fabiola naciera, y su madre murió en 1870. Fabiola recibió una instrucción básica en Francia cerca de la casa de Bacourt en Nancy, pero a causa de su condición exterior a la línea familiar directa, las presiones sociales crecieron finalmente hasta el punto de que era más prudente para Fabiola marcharse. Recordad que los gitanos eran rutinariamente perseguidos y dejados de perseguir a lo largo de la historia europea, dependiendo de qué régimen estuviera en el poder. Quizás la persecución nazi fue la más odiosa y cruel, pero ha habido otras muchas persecuciones. Estas han dejado a los Rom bajo una sospecha instintiva por parte de todos los gobiernos39. Además, la salud de Fabiola no era buena. Con el comienzo de la menstruación se volvió débil e incapacitada durante varios días cada mes y a veces sufría de lo que se ha descrito como histeria40. Se consideró que los médicos en los Estados Unidos podrían ayudarla. Todos esos factores la trajeron a Nueva York con una capacidad económica adecuada bajo la supervisión de influyentes amigos de clase alta y de admiradores de Bacourt, de los que había muchos entre la aristocracia europea.

"Como he mencionado, George Bancroft41 estaba en ese grupo –no porque fuera un monárquico; era un demócrata jacksoniano convencido, pero tenía que estar en estrechas relaciones con los monárquicos y los aristócratas por su carrera diplomática, ya que todavía gobernaban ellos en Europa. Había llegado a conocer particularmente bien a Bacourt como parte del círculo real interno de la corte francesa en 1847. Bancroft acordó con Ben Peirce y con otros viejos amigos bien situados en Washington que cuidarían de la joven Fabiola y de su doncella primero en la aristocrática Brevoort House, más tarde en el cercano apartamento de Washington Square. Entre este grupo de mentores fue conocida inicialmente con el nombre en clave de ‘Madame Pourtalais’, una buena elección para un anonimato respetable ya que ese apellido era casi tan común entre los europeos acomodados como ‘Smith’ lo es entre los americanos. Dirigirse a la niña como una mujer casada, como ‘Madame’, era otra pequeña protección útil que satisfacía a su grupo de mentores como un medio más de asegurar su intimidad.

"Peirce me dijo una vez que Bancroft ‘en sus viejos tiempos’ –es decir, entre 1874 y 1891, después de que volviera de servir como nuestro ministro en Berlín y fijara su residencia en el 1623 H Street de Washington– había sido un gran amigo de su esposa42. También mencionó que su padre –como amigo íntimo de Bancroft– había estado entre el grupo original de mentores43 para ‘Madame Pourtalais’ y que incluso el mismo Peirce había sido destacado, debido a su francés fluido, como otro acompañante y mentor de la joven Fabiola."Me acordé de una extraña nota entre los papeles de Charley, así que se la enseñé a Roy. En la parte superior, con el último garabato de Peirce, hay una sola palabra –"Juliette".

6 de enero 1877

¿Consentiría Mademoiselle en revisar y corregir algo escrito en francés hoy44?

"Peirce estaba preparando en ese momento una comunicación científica en francés, que pronto presentaría al encuentro de la Asociación Geodésica Internacional en Stuttgart. A propósito, esta nota parece confirmar dos puntos de mi hipótesis. ‘Madame Pourtalais’ no era en efecto una mujer casada ni una viuda sino una joven señora nunca casada o mademoiselle. El amplio conocimiento de la cultura francesa de Peirce hubiera evitado el uso de una forma inapropiada de tratamiento social. La ‘viuda Pourtalais’ no habría sido tratada como mademoiselle sino como madame. Y apoya mi opinión de que él formó parte del grupo de acompañantes durante unos pocos años, junto con otros miembros de la familia de Peirce45.

"Pero me apartas de lo que decía sobre Bancroft. La conexión con un diplomático de tan alto nivel muestra también cómo Fabiola podía haber entrado al país de forma inadvertida y sin registrar, especialmente si estaban arreglándose algunos favores diplomáticos, o si estaba implicado el principio de ayuda a viudas y huérfanos. Sus problemas crónicos de salud sólo apoyan esta tesis. Además, todo esto explica para mí lo que siempre he considerado una verdad curiosa pero categórica: esto es, que Mrs. Peirce tenía una capacidad de toda la vida para el fácil acceso a los líderes sociales y de gobierno.

"En realidad, pienso que Bancroft era más que un amigo –padrino sería una descripción mucho mejor. Es difícil expresar qué impresionantemente significativa era la amistad con Bancroft en el Washington de la post-guerra civil. Por ejemplo, él era uno de los pocos no congresistas que habían sido dejados entrar en la sala del Senado de los Estados Unidos –un gran honor. Su consejo y su ayuda efectiva eran buscadas por poderosos personajes en todo el mundo. Quizás su posición en aquellos días podía ser comparada a la de Henry Kissinger hoy. Era verdaderamente un león en el retiro, pero que todavía estaba bastante activo intelectual y socialmente. Su casa en H Street llegó a convertirse en un salón de reunión para estudiosos cosmopolitas y diplomáticos de Washington46. En ese tiempo su intensa relación con Benjamin Peirce, también una figura legendaria en el aspecto político de la ciencia nacional47, es clara. Juntad su carisma y amigos con el mismo fuerte carisma de Bacourt, y sus amigos aquí y en Europa, y uno tiene bastante fuerza en sus manos. Y no debería olvidarse que ella estaba recibiendo cerca de 18.000 francos anuales para su mantenimiento48."

Caminé hasta la caja de Charley, tomé una hoja fechada en 1890 y se la enseñé a Roy. Tenía escritas estas palabras49:

Cuando vi por primera vez a esa querida joven, llevaba puesto un grueso velo marrón. El velo ocultaba su cara, pero no ocultaba la delicadeza, nobleza, verdad y fuerza de su corazón. Eso brillaba; no con toda la claridad y el esplendor con que lo haría después, pero con el suficiente para que yo percibiera su encanto.

"Esto recoge su impresión de cuando vio a Fabiola por primera vez; él dijo que era un baile de disfraces en Brevoort cerca de Navidad en 1876. Mi suposición es que Ben Peirce los presentó al meter a Charles en el grupo de mentores.

"Pero su tiempo para conocerse en esa época fue relativamente breve. El estaba muy ocupado fundando la estación del péndulo en Hoboken50, y estaba trabajando duro para conseguir que le enviaran a la Convención Geodética Internacional de Stuttgart donde quería defender su controvertida crítica de los sistemas de soporte del péndulo estándar que se usaba entonces en las estaciones internacionales de medida de la gravedad. Peirce había descubierto que el soporte se doblaba una cantidad microscópica, pero de tal manera que alteraba los resultados de forma significativa. Estaba preparado para defender sus hallazgos, que después se convirtieron en el nuevo estándar internacional. Peirce vio poco a Fabiola hasta algunos años más tarde51."

Comenté que además había una nota entre sus papeles que explicaba que Charley tenía pasaje en el vapor Suevia de la Hamburg Mail Line que navegó desde Nueva York el 13 de septiembre de 187752. De acuerdo con estos datos, volvió a Nueva York desde Hamburgo en el vapor Herder que llegaba el 18 de noviembre de 187753 y regresó a su alojamiento en 42 Seventh Street54, donde se sumergió en un periodo intensivo de trabajo científico.

Roy añadió, "mientras tanto, Fabiola se había mudado de su apartamento inicial en Washington Square con la Marquesa de Chambrun a la casa de otro grupo de amigos, los Dudleys."

Betsey habló alto. "Esto explica un extraño trozo de papel de uno de los calendarios de Charley. Estaba simplemente titulado Juliette, y tenía una lista de años y nombres55."

Llegada
76 Washington Square NY
77 Dudleys NY
78 28th Street NY
79 30th Street NY
80 Warfields NY
81 Hales NY
82 1324 Riggs Street DC

Después de examinar la lista, Roy dijo, "esto coincide con los resultados de mis estudios. Mrs. Peirce vivió fundamentalmente en Nueva York hasta 1882 en la compañía primero de uno y luego de otro de su grupo de supervisores. Estoy convencido de que la relación de Peirce con ella hasta su matrimonio en 1883 fue totalmente casta y apropiada56. Una consideración consistente con esta opinión reside en el hecho de que ella tenía problemas femeninos crónicos. Peirce me dijo que, antes y después de su matrimonio, ella tenía que guardar cama varios días cada mes57 siguiendo las órdenes del médico debido a lo que era conocido como matriz caída.

"Mi suposición de una relación casta también es enteramente consistente con la cultura gitana, en la que nada es tan valorado como la castidad prematrimonial, a pesar de que al mismo tiempo las mujeres gitanas tienen un extremado compañerismo con los hombres, un factor que a menudo conduce a malentendidos con los no gitanos que confunden esa cercanía con un libertinaje sexual. Esto ha llevado a un número desproporcionado de muertes de busno en los cafés españoles en los que se ofrece como atracción a gitanas cantando y bailando. Los gitanos critican a menudo a los hombres busno por tomar el compañerismo de las gitanas por una invitación sexual.

"Pienso que Mrs. Peirce se trasladó a Washington en algún momento muy a comienzos de 188258, donde al principio ella estuvo muy enferma y apenas podía andar. Se recuperó para finales de mes, porque Peirce me dijo que él y ella habían asistido al juicio de Charles Guiteau, el asesino del presidente Garfield. Era muy difícil conseguir localidades por medios normales, pero Peirce dijo que Walter Cox, el juez que presidía el juicio, le había proporcionado a Madame Pourtalais dos lugares reservados59".

No sé cómo Roy continuó con su exposición totalmente calmado, porque toda esta revelación, especialmente la última observación acerca de los extrañas entradas conseguidas por el juez que presidía estaba haciendo que mi mandíbula rebotara en el suelo.

"Peirce continuó siendo uno de los del grupo que la cuidaban. Parece que ella deseaba una casa propia, así que consiguieron una para ella en el 1324 Riggs Street60 que ocupó en Marzo del 8261. El divorcio de Peirce de Harriet Melusina Fay fue concedido en el fallo final de la corte del distrito de Baltimore62 en abril de 1883. Entonces le propuso el matrimonio a ‘Madame Pourtalais’. El me dijo que al principio ella no consintió y que la madre de él finalmente la convenció para que aceptara a través de una carta muy cariñosa en la que le pedía encarecidamente el matrimonio y le daba la bienvenida a la familia de Peirce63. Se casaron en Nueva York en una ceremonia civil el 26 de abril64. Ella tenía diecinueve años, él cuarenta y cuatro. En mayo partieron hacia Francia, donde a Peirce le habían encargado tareas de la Coast Survey65."Betsey cogió algo de mi mesa. "¿Crees que esto podría haber sido hecho justo después de su matrimonio, durante su viaje a Europa, en su luna de miel?

Cambió su botella vacía de Steam por la fotografía que Betsey tenía en la mano.

 


19. Fabiola de López, Mrs. Juliette Peirce, 1883
Tuttle Collection, Institute for Studies in Pragmaticism

 

"Por supuesto, tienes razón Darbey, fíjate en la flamante alianza en su anular derecho. Es costumbre en Europa que una mujer comprometida lleve un anillo de oro en su mano izquierda. El anillo se cambia a la mano derecha cuando se casa."

 


Notas

 

*Nota de la traductora: Nattily Attired era uno de los personajes utilizados en un programa de radio de Estados Unidos por los cómicos Bob and Ray durante los años 50 y 60. Con ese personaje se quería representar a una persona de clase alta, ostentosa y esnob, y algo cabeza hueca. Las dos palabras que forman ese nombre significan literalmente "elegante" y "bien vestido". Debo esta información al Prof. Ketner.

1. Reasoning and the Logic of Things: The Cambridge Conferences Lectures of 1898 by Charles Sanders Peirce, Kenneth L. Ketner (ed), Cambridge: Harvard University Press, 1992, Introducción.

2. Ernst Schröder, Vorlesungen über die Algebra der Logik (exacte Logik), Leipzig, 1890, 1:710.

3. Con especial agradecimiento a Joseph Morton Ransdell por llamar mi atención sobre esto.

4. Véase CP 5.477, 4.155 y 4.547. Charles Grassman, un vecino de los Peirce en Milford, le contó a Fish en 1966 que los gitanos estaban a menudo en Milford, que Juliette era íntima de ellos y que él pensaba que Juliette misma era una gitana (Falpha:gypsies).

5. Véase la bibliografía para las obras de George Borrow y Charles G. Leland.

6. Véase la bibliografía para las obras de Starkie.

7. Borrow, Romano Lavo-Lil: Word-Book of the Romany or, English Gypsy Language, Londres: John Murray, 1919, 185.

* Nota de la traductora: Whisky de centeno.

8. Konrad Bercovici, The Story of the Gypsies, Nueva York: Cosmopolitan Book, 1931; Angus M. Fraser, The Gypsies, Oxford: Blackwell, 1992; Bart McDowell, Gypsies: Wanderers of the World, Washington, D. C.: National Geographic Society, 1970.

9. Walter Starkie, Spanish Raggle-Taggle: Adventures with a Fiddle in North Spain, Londres: John Murray, 1934, 472.

10. Starkie, Spanish Raggle-Taggle, 269.

11. Fraser, Gypsies.

12. Fraser, Gypsies.

13. Fraser, Gypsies.

14. Fraser, Gypsies; Starkie, Spanish Raggle-Taggle.

15. MS VB1b, Charles S. Peirce a Juliette Peirce, 1/1/1890 y cartas relacionadas.

16. Correspondencia F: Victor Lenzen a Max Harold Fisch "La identidad de Juliette" 1/13/1973. Esto será referenciado como VLIJ. En ese documento y en otros materiales relacionados, Lenzen resumió a Fisch su "hipótesis Bacourt" en 1973. Al principio Lenzen sugirió también que Juliette Peirce podría haber sido una gitana, pero más tarde cambió de opinión.

17. VLIJ.

18. VLIJ.

19. VLIJ. Véase también MS VB1a(4)#4, Charles S. Peirce a BP2 8/17/1879 –Charles S. Peirce había prestado dos volúmenes de una obra francesa a Madame Pourtalais (Juliette Peirce).

20. Starkie, Spanish Raggle-Taggle completo.

21. MS Vb1a(2), Herbert Henry Davis Peirce a Helen Huntington Peirce Ellis.

22. National Cyclopedia of American Biography, 4:166.

23. MS 1623, entrada del diario de Charles S. Peirce del martes 1/6/1914: "Epifanía. Hodie Uxor L annos nata est": "Hoy es el cincuenta cumpleaños de mi esposa". Una confirmación de otra persona se encuentra en Falpha: Juliette, en la que Mrs. Laura McLaughlin en una carta a George Derby (pastor de Juliette Peirce en Milford) del 11/24/23 dice que Juliette cumplirá sesenta años en febrero de 1924.

24. New York Times del 11/23/1876 (via Victor F. Lenzen-Max Harold Fisch en F76:111): "La señora marquesa de Chambrun ha llegado del Havre." El marqués había llegado el 7/6/1876 (F76:82).

25. F76:103, Charles S. Peirce a J. E. Hilgard 10/14/1876 (Charles S. Peirce informaba a la oficina de la Coast Survey de que hasta nuevas noticias estaría en Brevoort House en Nueva York). Véase también F76:111, Charles S. Peirce a CPP 11/18/1876 (Charles S. Peirce anotaba sus operaciones del viaje a Europa del que acababa de regresar).

26. F77:57, Charles S. Peirce a William James 5/1/1877.

27. National Archives Record Group (NARG) 23 Assistants N a Z 1876, Charles S. Peirce a Patterson 10/10/76; NARG 23, Patterson a Charles S. Peirce 10/13/1876, para que Charles S. Peirce alquile, pero el Congreso debe aprobarlo; F76:96. Zina rechazó acompañar a Peirce a Nueva York en octubre de 1876 donde había sido destinado por la Coast Survey, a pesar de la carta de él en la que le pedía que lo hiciera. Charles S. Peirce estaba dirigiendo entonces estudios sobre la gravedad en el Instituto Stevens en Hoboken. En MS VB1b hay una cariñosa carta de Charles S. Peirce a Zina Fay Peirce en Cambridge pidiéndole que se reuniera con él (10/1/1876).

28. F77:8, Charles S. Peirce a Gilman 1/13/1878.

29. VLIJ.

30. Adolphe Fourier de Bacourt, Souveniers of a Diplomat, Nueva York: Holt, 1885.

31. Russel B. Nye, George Bancroft: Brahmin Rebel, Nueva York: Knopf, 1945, 159.

32. Bertha B. Quintana y Lois Grai Floyd, ¡Qué gitano! Gypsies of Southern Spain, Nueva York: Holt, Rinehart & Winston, 1972, capítulo 4.

33. Quintana y Floyd, ¡Qué gitano!; Jan Yoors, The Gypsies of Spain, Nueva York: Macmillan, 1974, 141-143. Esta última referencia ilustra especialmente la pasión del aficionado.

34. Starkie, Spanish Raggle-Taggle, 286. Wendell Philips Garrison, que en los últimos años fue editor de The Nation (para cuya revista escribió Peirce), escribió en una carta (9/6/1902) a Peirce (véase también Falpha: Gypsy) después de haber visitado a los Peirce en Milford: "El último amigo que he llorado, Dean Sage, que amaba a todos los extranjeros y que era un gan borroviano [un admirador de George Borrow, el estudioso gitano inglés], estuvo tonto con los gitanos que anduvieron por Albania durante un tiempo. En cuanto al decir la buenaventura, tu esposa me fastidió el otro día en vuestro porche con cuentos de engaño quizás, matrimonio que en pocas palabras yo no tengo en cuenta. Tengo más respeto por la quiromancia que por las cartas...". Véase también VLIJ.

35. MS Vdelta, Alfred Marvin a Albert W. Staub 11/20/1917. Esta es una carta extraordinaria, merecedora de que se citen algunos extractos aquí:

Incluyo...80 dólares para Mrs. Juliette Peirce de Milford...me gustaría decir algunas palabras a esta maravillosa joven dama...Es una pensionista francesa pero a lo largo de la guerra ha devuelto su renta tenazmente a los viejos amigos de casa, que están necesitados, y que podían ser sostenidos y ha vivido, no sabemos cómo...Ha sacrificado todos los lujos....y se ha ocupado durante algunas semanas en Milford y Matamaros...y Port Jervis, N.Y. de "decir la buenaventura" con una baraja de cartas que una vez fue propiedad de la emperatriz Josefina, esposa de Napoleón, y estas cartas están metidas en una caja con incrustaciones que el emperador le regaló con ese propósito a su mujer, y Mrs. Peirce se ha dedicado tenaz y fielmente a su tarea con el resultado que esto contiene.

36. Por ejemplo, esta carta (entre muchas como ésta): MS Vdelta, Mrs. Elsie Barnes a Juliette Peirce 7/12/1925: "El último domingo por la mañana otras dos señoras y yo fuimos a consultarle sobre sus famosas cartas...yo fui la primera en verla & me dijo que había perdido algo donde había dejado mis cosas, bien pues cuando regresé al hotel mi maleta...había desaparecido...Envío un trozo de mi cabellos para que pueda atarlo alrededor de su dedo [mientras maneja las cartas]." Véase también Mrs. M. P. Mooney a Juliette Peirce 6/10/1925.

37. Por ejemplo, Fraser, Gypsies. Es mencionado frecuentemente en la literatura especializada sobre gitanos.

38. Fraser, Gypsies, 205 y siguientes.

39. Por ejemplo, Fraser, Gypsies.

40. MS VB1a(2), Sarah Hunt Mills Peirce a Juliette Peirce 10/8/1883: "terrible tensión sobre tu sistema nervioso que te ha traído este ataque de histeria sobre ti...". En Benjamin Peirce, Junior, Papers, Houghton Library, Harvard University, Sarah Hunt Mills Peirce a Helen Huntington Peirce Ellis (hermana de Peirce) 11/23/1883: "...Su médico insiste en que ella debe [guardar cama] los primeros cuatro días de sus 'tiempos'." Y en Benjamin Peirce, Junior, Papers, Sarah Hunt Mills Peirce a Helen Hungtinton Peirce Ellis 11/27/1883: "[Juliette Peirce] debe evitar tanto como le sea posible las sacudidas de los carruajes –¡pobre cosa! Esta fragilidad es ciertamente genuina".

41. M. A. DeWolfe Howe, The Life and Letters de George Bancroft, 2 vols., Nueva York: Charles Scribner's Sons, 1908, 2:64 –Bancroft habla con Bacourt 4/12/1847.

42. Semiotic and Significs: The Correspondence between Charles S. Peirce and Victoria Lady Welby, Charles S. Hardwick (ed), Bloomington: Indiana University Press, 1977, 113, donde Charles S. Peirce afirmaba, "Bancroft había estado muy cercano a la familia de mi madre, y en sus viejos tiempos era un gran amigo de mi esposa aquí." Véase MS VB1a(2), Sarah Hunt Mills Peirce a Charles S. Peirce 11/30/1881: Bancroft escribe a Sarah Hunt Mills Peirce, y Bancroft es un amigo de sus padres.

43. MS VB1a(2), Sarah Hunt Mills Peirce a Charles S. Peirce a principios de 1877: "no pude poner en práctica mi plan de ir a ver a tu amiga Madame P. Tu padre sin embargo fue & estuvo muy complacida de su visita –encontró que ella tenía un aspecto amable & parecía felizmente instalada en su nuevo alojamiento. Sentí que no pudiera ir yo mismo."

44. MS Vgamma, Charles S. Peirce a Juliette Peirce a principios de 1877.

45. Benjamin Peirce, Junior, Papers, Juliette Peirce a Benjamin Peirce, Jr., 12/31/1878, deseos de años nuevo a la familia de Benjamin Peirce, Jr. y una nota similar a Bertie Peirce; MS VB3b#2, Benjamin Peirce, Jr. a Charles S. Peirce 7/31/1879; MS VB1a(4)#4, Charles S. Peirce a Benjamin Peirce, Jr. 8/17/1879, Madame Pourtalais y Mrs. Grey visitarán a Charles S. Peirce en Ebensburg en la estación de gravedad de Charles S. Peirce; MS VB1a(4)#4, Charles S. Peirce a Charlotte Elizabeth Peirce (hermana de Benjamin Peirce, Jr.) 9/15/1879, Charles S. Peirce tiene una gran casa en Ebensburg llena de visitantes; MS VB1a(2), Sarah Hunt Mills Peirce a Charles S. Peirce 9/18/1879, Madame Pourtalais en Ebensburg para cambiar de aires por su salud; F79:223, Sarah Hunt Mills Peirce a Charles S. Peirce 11/3/1879, Sarah Hunt Mills Peirce recibió una dulce carta de Madame Pourtalais; MS VB1a(2), Sarah Hunt Mills Peirce a Charles S. Peirce 11/30/1881, Madame Pourtalais está enferma y presumiblemente Charles S. Peirce está ayudando a cuidarla; MS VB1a(2), Sarah Hunt Mills Peirce a Charles S. Peirce 5/7/1882; MS VB1a(4)#8, Charles S. Peirce a Sarah Hunt Mills Peirce 8/29/1882, Madame Pourtalais está en Montreal con su doncella y prosigue hasta Quebec, su salud continúa dudosa; MS VB1a(4), Charles S. Peirce a James Mills Peirce (hermano de Peirce) 10/4/1882, Charles S. Peirce sufre una agonía por la salud de Pourtalais.

46. Nye, Bancroft, 280.

47. Nye, Bancroft, 282.

48. VLIJ.

49. MS VB1b, Charles S. Peirce a Juliette Peirce 4/22/1890.

50. Por ejemplo entre las muchas cartas (F76 y F77) sobre los experimentos sobre la gravedad de Charles S. Peirce, Véase National Archives Record Group 23 Assts H a Q CSP a Patterson 1/24/1877.

51. MS VB1a(4)#4, Charles S. Peirce a Benjamin Peirce, Jr. 8/17/1877.

52. F77:113, Victor F. Lenzen a Max Harold Fisch, citando el New York Times.

53. F77:149, Victor F. Lenzen a Max Harold Fisch, citando el New York Times.

54. F77:163, New York City Directory 1877-1878.

55. Falpha:Juliette, de MS 278 D3 en un verso, los nombres de las ciudades han sido añadidos en base a la correspondencia.

56. MS VB1a(4), Charles S. Peirce a ?? sin fecha pero posterior a 6/2/1881 (la fecha del matrimonio de Herbert Henry Davis Peirce, hermano de Peirce): "Madame Pourtalais y yo no hemos estado abandonándonos al desenfreno... Mi padre, que realmente conocía el mundo, estaba con ella."

57. Benjamin Peirce, Junior, Papers, Sarah Hunt Mills Peirce a Helen Huntington Peirce Ellis 11/23/1883; Benjamin Peirce, Junior, Papers, Sarah Hunt Mills Peirce a Helen Huntington Peirce Ellis 11/27/1883, la fragilidad de Juliette Peirce es verdaderamente genuina, habla mal inglés, Sarah Hunt Mills Peirce está segura de que ha habido mucha menos impropiedad entre ellos de lo que se ha supuesto, sus mejillas están hundidas y está mortalmente pálida.

58. F82:9, diario de Charles S. Peirce, otras entradas de enero.

59. MS VB1a(4)#8, Charles S. Peirce a Sarah Hunt Mills Peirce 1/24/1882; Charles S. Peirce comentaba los sucesos del juicio en esta carta.

60. F83:9, Boyd's Directory of the District of Columbia 1883.

61. F82:25, 34, diario de Charles S. Peirce, marzo.

62. MS VB1a(2), Sarah Hunt Mills Peirce a Juliette Peirce 4/24/1883.

63. F83:33, Sarah Hunt Mills Peirce a Juliette Peirce 3/16/1883.

64. F83:54, certificado de matrimonio Nueva York, NY –"Yo, John H. Seaman, concejal de la ciudad de Nueva York, certifico por la presente, que el día 26 de abril de 1883, en el ayuntamiento de la Ciudad de Nueva York, llevé a cabo debidamente la ceremonia de matrimonio entre Mr. Charles Sanders Peirce, de Baltimore, Maryland, Estados Unidos, y Mrs. Juliette Anette Pourtalai, de Washington, D. C., Estados Unidos."

65. F83:60, Victor F. Lenzen a Max Harold Fisch vapor Labrador de Nueva York a El Havre el 5/2/1883, a bordo estaban Charles S. Peirce y Mrs. Peirce; National Archives Record Group 23 (F83:53), Hilgard a la Secretaría del Tesoro, solicitando autoridad para enviar a Charles S. Peirce a Inglaterra, Suiza y Francia para trabajos sobre gravedad y espectrometría.



Se traduce a continuación un extracto de la recensión de Joseph Brent en la que evalúa la hipótesis sugerida por Kenneth Ketner (Joseph Brent, "Review of Kenneth Laine Ketner's His Glassy Essence: An Autobiography of Charles Sanders Peirce", Transactions of Charles S. Peirce Society, XXXV, 1 (1999), 182-183 [Sara Barrena, 9 de junio 1999]:

(...) (Ketner) proporciona una regla para el lector que, como yo, desee distinguir efectivamente la abducción de la ficción:

"Las conversaciones de Ike Eisenstaat, Betsey Darbey, y LeRoy Wyttynys sobre Peirce están basadas también en investigaciones históricas y filosóficas: mías y de otras muchas personas, según se indica. Sin embargo, las aventuras de esos tres personajes son creaciones de ficción". (352)

La regla, que parece simple, es notablemente difícil de aplicar. Ilustraré esta dificultad presentando la historia de la identidad de la segunda mujer de Peirce, la misteriosa Juliette, (una obsesión de Fisch, Ketner y otros), que es simpática y enérgicamente contada por LeRoy Wittynys (cuyo retrato en la página 341 es en realidad el de Walker Percy). La historia es buena, y es un hábil bordado detallado de la investigación hecha para Fisch por Victor Lenzen en 1972, ante la posibilidad (una de varias posibilidades semejantes) de que Juliette fuera la hija ilegítima, llamada Fabiola, de un aristócrata y diplomático francés, Adolphe de Bacourt, y una gitana española, Agustina de López, famosa bailarina de flamenco y artista de cante jondo, que murieron antes de que su hija cumpliera seis años; así, en 1876, a la edad de doce años, la huérfana Fabiola fue a Nueva York con una acompañante, la Marquesa de Chambrun, donde adoptó el nombre de Juliette Annette Froissy Pourtalai, vivió lujosamente y se convirtió en la tutelada de un grupo que incluía al historiador y diplomático George Bancroft y al padre de Peirce, Benjamin; así Peirce la conoció, se enamoró y se casó con ella siete años más tarde, en 1883, cuando ella tenía diecinueve años. Tal es el muy limitado cuento romántico (279-292). ¿Hay que considerarlo también como una abducción, como pretende Ketner? Bacourt, López, y su hija Fabiola son personajes históricos contemporáneos de Juliette, pero las fechas son problemáticas. Fabiola nació en 1864, pero de acuerdo con los tres esbozos de la vida de Juliette escritos por Peirce alrededor de 1890, Juliette nació en 1857. En el certificado de matrimonio de 1883 consta que su edad era de 26 años, lo que es consistente con los esbozos. Ketner no cita estas fuentes, aunque está enterado de ellas, sólo cita una entrada del diario de Peirce del 6 de enero de 1914, en la que señala el cincuenta cumpleaños de Juliette, y la carta de un vecino, que concuerdan con la fecha de nacimiento de Fabiola. La evidencia proporcionada en favor del origen gitano de Juliette es forzada mucho más allá de su efectivo valor. No hay evidencia de la tutela de Chambrun, ni del grupo que cuidó de Fabiola, ni de su ida a Nueva York, ni de las otras hábiles invenciones de esa historia. Se trata de una ciencia pobre y de un pobre estudio. Considero este cuento como mera ficción. Lenzen, el creador de la hipótesis de Fabiola, la abandonó como altamente improbable, aunque quizás de mala gana, ya que es un romance atractivo.

 


Fecha del documento: 21 de abril 1999
Última actualización: 5 de noviembre 2012
[Página Principal] [Sugerencias]