CARTA A WILLIAM JAMES


Charles S. Peirce (14.03.09)

Traducción castellana de Ignacio Redondo (2008)



Milford, PA
14 de marzo de 1909

Un Signo es cualquier cosa de cualquiera de los tres Universos que, siendo determinada (bestimmt) por otra cosa diferente de sí misma, llamada su Objeto, determina (bestimmt) a su vez la mente de un intérprete, produciendo una noción que yo llamo el Interpretante; y lo hace de tal manera que el Interpretante está, de ese modo y en ese sentido determinado mediatamente por el Objeto. Probablemente esta definición no es fácil de comprender. Para mí tampoco lo fue, en cualquier caso. Es necesario observar que una oración acerca de algo, aunque sea totalmente falsa, está sin embargo determinada por la cosa-sujeto a la cual representa falsamente. Si no fuera así, ni siquiera la mal-interpretaría (mis-represent). No tendría nada que ver con ella. Una cosa puede determinar que otra cosa esté tanto en desacuerdo como en correspondencia con ella misma*. El estar determinado por su Objeto, es decir, la Determinación por su Objeto, es lo que llamamos Denotación de un concepto; y la colección que consiste en el agregado de cualesquiera objetos a los que permita referirse a su Interpretante es su Umfang, su Extensión.

Por otra parte, su Interpretante es la Significación del concepto, su Inhalt, su "connotación" (para usar un mal término). Como dijo Juan de Salisbury, un escritor claro y elegante del siglo XII y discípulo de Abelardo, la distinción (aunque con frecuencia confusa) es, no obstante, "quod fere in omnium ore celebre est, aliud scilicet esse quod appellativa (esto es, adjetivos y nombres comunes, según dijo él; pero yo digo CUALQUIER signo; pues, de otro modo no serían signos en absoluto) significant, et aliud esse quod nominant. Nominantur singularia, sed universalia significantur". Es ciertamente verdadero que este fere in omnium ore celebre est, es, al fin, en el siglo XX tanto como en el siglo XII, y mucho antes también, una distinción tan verdadera como odiosamente susceptible de ser confundida.

Pero ahora es absolutamente indispensable que debamos llevar la distinción un paso más allá, al menos. Debemos distinguir entre el Objeto Inmediato, —es decir, el Objeto en cuanto representado en el signo— y el Objeto Real (no; porque quizá el Objeto sea totalmente ficticio; por ello debo elegir un término distinto), digamos más bien el Objeto Dinámico; que, por la naturaleza de las cosas, el signo no puede expresar y que por tanto sólo se puede indicar y dejar que el intérprete lo encuentre por experiencia colateral. Por ejemplo, apunto con mi dedo hacia lo que quiero dar a entender, pero no puedo hacer que mi interlocutor sepa a lo que me refiero si no puede verlo o, si viéndolo no puede, en su mente, separarlo de los objetos que lo rodean en el campo visual. Es inútil intentar discutir acerca de la autenticidad y posesión de una personalidad por debajo de la presentación histriónica de Theodore Roosevelt con una persona que acaba de llegar de Marte y que nunca haya oído nada acerca de Roosevelt. Se puede hacer una distinción similar respecto del Interpretante. Pero respecto de ese Interpretante, la dicotomía no es en modo alguno suficiente. Por ejemplo, supongamos que me despierto por la mañana antes que mi mujer y que, después, ella se levanta y pregunta: "¿Qué tiempo hace hoy?" Este es un Signo cuyo Objeto, tal como es expresado, es el tiempo en ese momento, pero cuyo Objeto Dinámico es la impresión que presumiblemente he tuve al echar un vistazo entre las cortinas de la ventana. Cuyo Interpretante, tal como es expresado, es la cualidad del tiempo, pero cuyo Interpretante Dinámico es mi respuesta a su pregunta. Pero más allá de esto hay un tercer Interpretante. El Interpretante Inmediato es lo que expresa la Pregunta, todo lo que ésta expresa de manera inmediata y que antes he reproducido imperfectamente. El Interpretante Dinámico es el efecto real que ello ejerce sobre mí, su intérprete. Pero su Significación, el Interpretante Último o Final es su propósito al preguntarlo, qué efecto tendrá su respuesta con respecto a sus planes para el día que comienza. Supongamos que yo respondo: "Es un día tormentoso". Aquí hay otro signo. Su Objeto Inmediato es la noción del tiempo presente en la medida en que es común a su mente y la mía —no su carácter, sino su identidad. El Objeto Dinámico es la identidad de las condiciones meteorológicas actuales y Reales en ese momento. El Interpretante Inmediato es el esquema en su imaginación, es decir, la Imagen vaga o lo que hay de común en diferentes Imágenes de un día tormentoso. El Interpretante Dinámico es la decepción, o cualquier otro efecto real que esto tenga inmediatamente sobre ella. El Interpretante Final es la suma de las Lecciones de la respuesta, Morales, Científicas, etc. Ahora es fácil ver que mi intención al diseñar estos tres, "trivialis", modos de distinguir, ("trivialis" distinction), se corresponde con una triple diferencia efectiva e importante y, sin embargo muy nebulosa y que exige mucho estudio antes de que sea perfecta. Lady Welby ha sostenido la misma diferencia efectiva con su "Sentido, Significado y Significación", pero la concibe tan imperfectamente como yo, si bien imperfectamente de otro modo. Su Sentido es la Impresión producida o que normalmente se produce. Su Significado es lo que se intenta, su propósito. Su Significación es el resultado final verdadero.


 

*Probablemente objetarás que bestimmt significa para ti "que causa" o "que ha causado". Muy bien, lo mismo significa para mí. Pero, puedes sugerir, ?por utilizar como ejemplo el anticuado higrómetro en forma de casa de la que surge el dueño mientras la señora de la casa se retira, cuando le sirve al intérprete de instrumento para predecir una tormenta, y viceversa cuando debe interpretar que está despejado; aunque ambos, hombre y mujer, son propensos a demorar sus movimientos, especialmente después de una larga tormenta?, ¿no es un poco forzado decir que el futuro clima causa estos movimientos precedentes? Es concebible que, antes de que llegue el día siguiente, cuyo clima pretende predecir el instrumento, los Tres Universos se puedan colapsar, y el Tiempo con ellos; de tal manera que nada en absoluto pueda llegar a ser el Objeto Dinámico del Signo. ¿Puede la Nada absoluta ser una causa en cualquier sentido reconocido? Reconocido o no yo contesto, es precisamente lo que ocurre. Un objeto no necesita ser Real para tener predicados, dado que ser Real significa tener predicados independientemente de lo que tú, o yo, o cualquier mente, o colección de mentes particulares pueda opinar, imaginar, o representar de cualquier otro modo. Ahora bien, los predicados así independientes son una clase particular de predicados, y una Ficción es un Objeto que no tiene tales predicados; pero que posee aquellos Predicados que el hecho de haber sido producida para tenerlos le permite tener. Dichos predicados fabricados no pueden producir realmente cambios reales, pero pueden hacer que una mente fabrique algunas nociones adicionales, que pueden hacerle fabricar un higrómetro para pronosticar el tiempo. Y así, el Objeto No-real —o el Objeto que puede ser no-real, a saber, comoquiera que sea el tiempo que haga cualquier día después de éste, en el que podamos consultar este higrómetro, puede, de ese modo indirecto hacer (aunque no realmente) que este higrómetro Real prediga (aunque no lo haga realmente, ni incluso lo haga correctamente) que ese tiempo hipotético tendrá realmente ciertos predicados definidos y designados. Sí, te oigo reconocer que esto es, ciertamente, tan lúcido como podría ser. Puede que tal vez haya alguna oportunidad de lamentar que no pudo ser todavía más lúcido, es decir, tan lúcido como un frasco de tinta. Pero tal vez así responde mejor a su propósito. [Nota de CSP]


Fin de: "Carta a William James" (14.03.09).

Fecha del documento: 5 de noviembre 2008
Última actualización: 7 de junio 2011


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