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Santa Teresa, entre las artes y las letras

Perfil de una santa

Perfil de una santa: Enseñanza espiritual | Beatificación y Canonización | Doctora de la Iglesia   
Ceremonial ú ordinario de las Carmelitas Descalzas. Barcelona : por Miguel y Tomas Gaspar, 1819. FA 280.152
La fama de santidad de Santa Teresa de Jesús fue muy grande ya en vida, aunque, como es habitual en la biografía de los grandes santos, no le faltaron enemigos y graves acusaciones de todo lo contrario. Sus numerosas y florecientes fundaciones de monasterios por toda la península ibérica, el gran número de almas que recibieron su positivo influjo personal y de sus escritos, y la popularidad de sus experiencias místicas, afianzaron esa fama, que no hizo sino crecer exponencialmente tras su muerte.
Resulta significativo y representativo, en particular, dado también el prestigio personal de su protagonista, lo siguiente: Fray Luis de León se encargó de la primera edición en imprenta de las obras de Santa Teresa de Jesús, poco después de su muerte. Con ese motivo, escribió una carta a las carmelitas descalzas, llena de sinceras alabanzas a los escritos y a las hijas de la santa, y que se suele incluir al inicio de las diversas ediciones de la obra escrita teresiana. Entre otras cosas, dice el sabio profesor salmantino y brillante escritor, sobre los libros de nuestra santa:
“En los cuales, sin ninguna duda quiso el Espíritu Santo que la santa madre Teresa fuese un ejemplo rarísimo; porque en la alteza de las cosas que trata y en la delicadeza y calidad con que las trata, excede a muchos ingenios; y en la forma del decir y en la pureza y facilidad del estilo, y en la gracia y buena compostura de las palabras y en una elegancia desafeitada que deleita en extremo, dudo yo que haya en nuestra lengua escritura que con ellos se iguale. Y así siempre que los leo me admiro de nuevo, y en muchas partes de ellos me parece que no es ingenio de hombre el que oigo; y no dudo si no que habla el Espíritu Santo en ella en muchos lugares y que le regía la pluma y la mano, que así lo manifiesta la luz que pone en las cosas oscuras y el fuego que enciende con sus palabras en el corazón que las lee”.

Espinosa, Diego de. Relacion de las solemnes fiestas que se hizieron en Salamanca a la canonizacion de Santa Teresa. Salamanca : en casa de Antonia Ramirez, 1623. FA.Foll 006.098Su fama de santa y doctora se extendió además, muy rápido, fuera de las fronteras del mundo hispano. Por ejemplo, uno de los más importantes santos y doctores franceses de los siguientes decenios, San Francisco de Sales, ya la coloca entre los más grandes maestros de la vida interior de todos los tiempos, y recurre a ella con frecuencia, directa o indirectamente, en sus propios escritos.
Confirmando esa fama, Santa Teresa de Jesús fue canonizada con notable celeridad para su época: el 12 de marzo de 1622, poco menos de cuarenta años después de su muerte. Además fue una de las ceremonias de canonización más significativas de la historia, porque junto a ella fueron canonizados otros tres grandes santos del siglo XVI: San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri, además de San Isidro Labrador.
Había sido beatificada tan solo ocho años antes, en 1614. Incluso, durante un corto periodo de tiempo, siendo Beata pero no Santa todavía, se le nombró copatrona de España, junto a Santiago Apóstol. Sin embargo, una fuerte campaña de los numerosos e influyentes “santiaguistas” en contra de compartir ese título, hizo que la Santa Sede diera marcha atrás. Aún así, se puede sin duda afirmar que es la mujer española más universal.

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Textos: Ricardo Fernández García / Carlos Mata Indurain / Javier Sesé Alegre
Fotografía y Diseño Web: María Calonge e Inmaculada Pérez
Marzo de 2015

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