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lunes 2 de noviembre de 2009

 


     Andrés Ferrer de Valdecebro nació en Albarracín (Teruel) en 1620, en el seno de una familia instruida en la que encontró los primeros estímulos para las letras. Tras ingresar en la Orden de Predicadores y obtener el grado de Maestro en Sagrada Teología en el convento madrileño de Santo Tomás, marchó a Nueva España, donde fue Rector del Real Colegio de San Luis de Puebla de los Ángeles y publicó sus primeros libros. A su regreso impartirá Teología Moral en Alcalá de Henares y quedará vinculado a la Corte, llegando a ser Calificador del Consejo de la Suprema Inquisición. Su muerte acaeció en 1680.

    El dominico turolense orientó su vida y obra hacia la oratoria y los temas religiosos; pero su curiosidad intelectual y su capacidad de asimilación de los conocimientos de la época le capacitaron igualmente para una síntesis de saberes, fruto de la cual fue uno de los tratados animalísticos mas importantes del Siglo de Oro español: el conjunto formado por el Gobierno general, moral y político hallado en las fieras y animales silvestres… (Madrid, 1658), y su continuación Gobierno general, moral y político hallado en las aves más generosas y nobles… (Madrid, 1669). El Fondo Antiguo de la Universidad de Navarra conserva un ejemplar de este último editado en Barcelona en 1696.

   
El compendio animalístico de Ferrer de Valdecebro no constituye un estudio zoológico u ornitológico, sino que se convierte en un tratado ético-político sobre los diversos significados simbólicos de algunos animales y aves dentro de un discurso de ejemplaridad moral, ilustrado con grabados de Diego de Obregón, autor de numerosas estampas de devoción e ilustraciones de libros. Partiendo de la herencia de historiadores y filósofos de la Antigüedad como Aristóteles, Plinio o Claudio Eliano, recogida más tarde en el Physiologus atribuido a San Epifanio y en los bestiarios medievales, los libros de emblemas consideran a los animales, con sus hábitos, comportamientos e incluso morfología, como depositarios de una lección moral, tal es así que sus autores recuerdan continuamente que más se aprende observando a los brutos que a los hombres. En consecuencia, la utilización de imágenes y alusiones a los animales se acompaña de una innegable carga simbólica que hay que saber interpretar, enmarcándose dentro de una de las líneas tradicionales de la exégesis cristiana que contempla la naturaleza como una obra divina plena de significados trascendentes para el hombre.
   
En sus dos libros zoológicos, Ferrer de Valdecebro utiliza los ejemplos proporcionados por las particularidades y costumbres de animales y aves para exponer sus ideas acerca de las leyes morales que deben regir la conducta de gobernantes y súbditos, y las relaciones entre ambos. En opinión del dominico, el comportamiento de los animales no debe ser entendido como simple propiedad de su especie, sino como un modelo propuesto por la Providencia, el cual, una vez descifrado en su contenido simbólico y convenientemente explicado en su trasfondo ético, indica al cristiano los designios divinos por los que debe regirse su vida, convirtiéndose en ejemplo de las virtudes que han de potenciarse y de los vicios que deben prevenirse y reprobarse. Pese a su intención inicial de ofrecer tan sólo una selección de animales reales, acaba incluyendo también algunos animales fantásticos, de manera que junto a especies perfectamente reconocibles –en el caso de las aves, el águila, milano, cernícalo, gaviota, cigüeña, gallo, vencejo, etc.-, se encuentran otras de naturaleza mitológica o legendaria como el unicornio, el cinocéfalo o el ave fénix, pues el rico simbolismo ético que se les atribuía prima sobre el rigor científico del tratado.

    El escritor dominico organiza de forma sistemática cada uno de sus dos tratados, articulados en dieciocho capítulos que se inician con la imagen del animal entendida como mera ilustración, alejada de cualquier referencia gráfica o escrita que permita adjudicarle una finalidad simbólica, y desviada por tanto de la concepción clásica del emblema; esta irregularidad será no obstante compensada por las numerosas imágenes literarias y lemas o motes que afloran a lo largo del texto. Acompañan a la imagen la descripción, hábitat y características del animal, seguidas de una sucesión de enseñanzas que con carácter didáctico-moralizante se extraen de todo lo anterior. Semejante análisis de significados viene avalado por la opinión de autoridades diversas, desde los textos clásicos y medievales hasta aquellas obras de la Edad Moderna más próximas cronológicamente y que pueden considerarse como fuente directa en la elaboración del compendio animalístico, caso de los Hieroglyphica de Pierio Valeriano. Se detiene con acierto en la exposición de curiosidades, el relato de anécdotas y la exhibición erudita, dando como resultado una obra de organización compleja en su imbricación de conocimientos naturales, rico caudal de saberes y aprovechamiento moral y político. Junto a ello, la serie de tablas que se incluyen al final los convierte en verdaderos textos homiléticos auxiliares, útiles instrumentos especialmente indicados para fines litúrgicos y de predicación, dado que los comportamientos animales funcionan muy bien como exempla para mover y dirigir las conciencias.


Bibliografía:

  1. •Travé, F., “Glosas a la antigua bibliografía ornitológica española: el Govierno general hallado en las aves, de Fray Ferrer de Valdecebro”, Ardeola, vol. 2 (1), 1955, pp. 125-146.

  2. •Roig Condomina, V.M., “Los emblemas animalísticos de fray Andrés Ferrer de Valdecebro”, Goya, nº 187-88, 1985, pp. 81-86.

  3. •Roig Condomina, V.M., Las empresas vivas de Fray Andrés Ferrer de Valdecebro, Valencia, Imprenta Llorens, 1989.

  4. •García Arranz, J.J., “Livres d’emblèmes ou bestiaires modernes? Les traités animaliers d’ Andrés Ferrer de Valdecebro et de Francisco Marcuello”, Polyvalenz und Multifunktionalität der Emblematik. Akten des 5 Internationalen Kongresses der Society for Emblem Studies, vol. I (ed. Wolfgang Harms y Dietmar Peil), Frankfurt, Peter Lang, 2002, pp. 269-286.

  5. •Ferrer de Valdecebro, A., El porqué de todas las cosas (ed. de Antonio Bernat Vistarini y John T. Cull), Palma de Mallorca, José J. de Olañeta, 2007.


Enlaces:

  1. •Edición digital de Gobierno general, moral y político hallado en las fieras y animales silvestres, 1668 en The Internet Archive

 

Ferrer de Valdecebro, Andrés (1620-1680)

 
 

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