Joaquín Ibarra y Marín nació en Zaragoza el 20 de julio de 1725. Durante su juventud residió en Cervera, en  la Imprenta Pontificia y Real de la Universidad de Cervera, se formó con su hermano Manuel que era era oficial de ella. En esa universidad cursó estudios de latín y griego.

En 1754 se trasladó a Madrid, donde instaló un taller de imprenta, trasladado dos veces: primero, a la calle de las Urosas; después, a la de la Gorguera. De su taller salieron las más bellas obras de la imprenta de España, que son consideradas como maestras de la tipografía europea.

Ibarra tomó parte activa en la creación de la Compañía de Libreros, que fue autorizada para imprimir libros de rezo que hasta entonces imprimían las prensas de Plantino, por privilegio que tenía desde el siglo XVI. En 1779 fue nombrado Impresor de la Real Academia Española; también fue Impresor Real de Carlos III,  y del Arzobispo Primado y del Consejo de Indias.

Su taller madrileño estuvo abierto hasta 1836. Murió Ibarra en Madrid, a los 60 años en 1785. Su imprenta pervivió hasta 1821, regentada por su viuda e hijos.

El taller de imprenta

En su taller había 16 prensas; sus operarios pasaban de 100. Para él trabajaron los mejores pintores y grabadores de su época. Fue exigente en la admisión de oficiales y no admitía aprendices si no conocían la lengua latina y tenían suficiente cultura general. Él mismo examinaba a oficiales, prensistas y cajistas.

Recopiló sus observaciones sobre el trabajo en su imprenta, después publicadas con el título de Mecanismo del arte de la imprenta por José Sigüenza en 1811, discípulo y regente de la Compañía de Impresores y Libreros del Reino.

Ibarra fue un notabilísimo innovador. Sustituye la U por la V; evitó la partición de palabras de dos sílabas como “pa-ra”, “so-lo” o “na-da.” Dividía las palabras por las vocales: “ma-es-tro”, “en-ten-di-mi-en-to”, etc. Satinó el papel impreso para quitarle la huella de la impresión. Las tintas utilizadas por él eran de una calidad y brillantez excepcionales; empleaba una fórmula especial y secreta inventada por él.

Tipografía

Joaquín Ibarra fabricó los útiles para su imprenta y sus propios tipos, que han sido recuperados por Sandra Baldassarri, Ignacio Pulido y Francisco Serón, y difundidos en formato digital. Recientemente Microsoft y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando han suscrito un convenio para incorporar la tipografía Ibarra a la próxima actualización de Windows.


La obra impresa

En su taller se imprimieron 443 obras, que, sumándole las de sus sucesores, rondan las 795 obras, la mayor parte de contenido religioso y teológico, como ocurre en España desde la imprenta incunable; también imprime libros de Derecho, Geografía e Historia, Ciencias y Artes, Gramática y Literatura, y obras de autores españoles y extranjeros, avanzados y reformistas, entre otros: Campomanes, Floridablanca, José Clavijo y Fajardo, Pablo de Olavide, Juan Francisco de Castro, Joaquín Danvila…

Otras obras de mayor envergadura fueron impresas en papel de hilo con bellos tipos, cuidado espacio interlineal y amplios márgenes, tales como el Salustio, que es tenida por la obra mejor impresa en España. Su fama se perpetúa con la impresión del Quijote.

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Joaquín Ibarra y Marín, impresor de su Magestad / Biblioteca de la Universidad de Navarra tiene una licencia Creative Commons.